El hoyo

Esta es una ruptura como cualquier otra, no es ánimo de ninguna otra cosa.

Soy yo intentando llevar a cabo todo aquello que nos dicen que hagamos, evalúa tus sentimientos y escríbelo en alguna parte. No importa si esto no llega a ninguna parte, sólo quiero dejar parte de esta ira volcánica que desborda a borbotones o ese llanto que me prometieron que no volvería a pasar.

En este momento puedo resumir todo en dos palabras "Te ODIO!" Sí con mayúsculas y signo de admiración.

Jamás había dicho esto antes de nadie, ni quien rompió mi corazón hace dos años. A pesar de que terminó con muchas dudas al aire, él no despertó esta ira.

Pero tú sí, y te odio. Odio este odio, odio lo que representa, odio como me quiebra, odio la ira que se asienta en la boca de mi estómago, y como esa acidez me ha despertado en las noches y en esas horas de madrugada me obliga a acordarme de ti.

Es la primera vez que siento que odio a alguien. Es la primera vez que me traicionan, es la primera vez que toman lo más básico que hay en mí y entre mentiras y omisiones, se burlan de ello.

Odio como no aguantó y me quiebro en horas de trabajo. Odio tener que estar escribiendo esto en horas de trabajo, porque lo tengo que vomitar de una vez, esa ira no sabe esperar.

Odio esperar tus disculpas, ¡yo no me equivoqué!

(Sino lo descubro por mí misma, ¿Cuándo iba a saber la verdad?)

Odio que tus disculpas no lleguen nunca.

Hay personas que se fastidian de aquellos que sólo llegan a rogar. No espero tampoco nada de eso. Pero entonces...

No has movido un dedo para ver cómo estoy,  para saber qué quiero, para saber si te puedo perdonar, ¡porque sí podría! Pero no así, no después de que no llegas, sabes dónde estoy, tienes todas las llaves. Y creo que sólo estás lamiendo tus propias heridas.

Supongo que es eso, primero serán tus propias heridas...

Supongo que descubrir tu mentira, le metió prisa al destino, ¿verdad?

Igual y todo ya iba a acabar, sólo que no lo estaba viendo.

No se pelea, por aquello que no vale la pena ¿no?